El desempleo es el peor enemigo de la autoestima. En tu situación, a todo el mundo le asaltan las dudas respecto a su valía profesional y personal; cualquiera se pregunta: ¿ya no valgo nada?, y no encuentra argumentos para darse una respuesta positiva. Pero tú, en lugar de dejarte arrastrar por la depresión, tienes que estar dispuesta a salir en busca de una suerte que otros se van a limitar a esperar que llegue.
Ahora lo importante es ser realista, sin pesimismo, pero con los pies en el suelo para evitar frustraciones. Quizá en otro momento, con tu experiencia y preparación, te lloverían ofertas, pero ahora no es fácil, muchos están en tu misma situación y la oportunidad es para el que la busca.
No te dejes vencer, cada vez que se cierre una puerta estarás más cerca de que se abra la definitiva. La búsqueda activa de empleo es ahora tu único trabajo.
Recurre a las redes de Internet. Tu currículum debe estar colgado en todos los portales de interés y tú debes seguir permanentemente las ofertas que se publiquen para no perder oportunidades.
El reciclaje debe ser tu valor añadido para ofrecer a un posible empleo. En lugar de pensar “no valgo nada” asegúrate de ser un valor en alza.
Cuida de ti, de tu ánimo, tu aspecto y tu salud. No es momento para abandonar el gimnasio, despreocuparte de la moda o pasar de la actualidad, ahora más que nunca tu imagen y tu actitud deben estar a punto.
Considérate en activo. Estás en una situación transitoria pero en el mercado y en activo, no asumas la actitud de un jubilado o de un parado sin esperanzas que se pasa el día lamentando su mala suerte.
No dejes que el desempleo acabe contigo. Mantente informada de todas las ayudas que puedas recibir al acabarse el desempleo, no tires la toalla y valora también las subvenciones y tus posibilidades profesionales como autónomo. Puede ser arriesgado en los primeros pasos, pero con enormes expectativas para personas luchadoras como tú.
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